jueves, 7 de mayo de 2015


Introducción 


El genero sexual que sale fuera de la ficción

¿Con que finalidad son raptadas, violadas, torturadas, maltratadas y asesinadas las mujeres desaparecidas?
Los cuerpos que se han encontrado, como ya sabemos, tiene señales de un severo maltrato sexual y físico. Hipotéticamente si el objetivo fuese simplemente la ganancia de prostituir a tales mujeres no habrían sido asesinadas, si el objetivo fuese un secuestro redituable los principales focos de alerta no serían las mujeres de pocos recursos que al volver del trabajo o escuela son raptadas, la hipótesis brutal que ha surgido es de carácter muy distinto y exhibe la peligrosa deformación mental humana: el objeto de la práctica feminicida es la satisfacción de perversiones humanas relacionadas con la visualización de relaciones sexuales forzadas que finalicen con la muerte de la mujer y cuyo proceso de realización no solo incluye tortura, golpes y ofensas, sino también el desmembramiento, es ésta la hipótesis del fin (finalidad) de la serie de actos feminicidas del famoso caso “Campo algodonero”, pues se dice que estas prácticas llevan implícito el filme de la serie de actos violentos para dar como producto final a lo que se le llama en el género de filmes: Snuff, género que se ha creído mito por la carencia de pruebas que afirmen la existencia fuera de la ficción, pero en realidad, se encuentran testimonios verídicos de personas en otros países que han dado seguimiento a la investigación de tal práctica afirmando su existencia en el bajo mundo del porno.

Hipótesis que se completa ubicando a una parte, que sería el comprador, como aquel que solicita la elaboración del filme con especificaciones según si violenta fantasía, esto significa la determinación de cómo desea que muera la protagonista, y la otra parte comprometida con la parte encargada de hacer tales prácticas, el vendedor, que además de fijar millonarias cifras se encarga de “la parte sucia” de la relación mercantil.


A la vez que he compartido la información que ha llegado a mi sobre la probable hipótesis de la finalidad de tales feminicidios, mediante tal escrito EXIJO JUSTICIA VERDADERA PARA EL CASO DEL CAMPO ALGODONERO, Y MANIFIESTO MI SEGUIMIENTO A TAL CASO Y LA MEMORIA DE CADA ACTO QUE DEBIO CUMPLIRSE POR PARTE DEL ESTADO DE CHIHUAHUA Y FUE IGNORADO, HAGO UN RECLAMO PARA LAS AUTORIDADES DE TAL ESTADO Y PEOR AÚN, PARA LAS AUTORIDADES FEDERALES QUE NO HAN SIDO CAPACES DE EXIGIR SIQUIERA MEDIDAS DE PREVENCIÓN NI SEGUIMIENTO EN LA INVESTIGACIÓN DE TALES CASOS.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Madres, muertas de juarez.




Sueños Rotos















Las Muertas de Juárez, Asesinos Confesos



“…Aquí la tiramos y nadie se dará cuenta”
En su declaración ministerial, el detenido dijo haber participado, junto con dos hombres, en una decena de feminicidios en Ciudad Juárez. Presentamos algunos fragmentos de una comparecencia que se prolongó durante ocho horas.
Yo había tomado como tres pastillas y me dieron otras tantas, pero necesitaba algo dulce para que me explotaran. Estuvimos como 20 minutos parados afuera de la tienda y Édgar dijo: ‘Aquí podemos levantar a una ruca, la tiramos y nadie se dará cuenta’. El Cala nos respaldó”.
Durante ocho horas grabadas en video, José Francisco Granados de la Paz relata la manera en que él y dos hombres más asesinaron a una decena de mujeres en Ciudad Juárez. En un juzgado de Chihuahua, el hombre de 30 años confesó el pasado 28 de octubre esos crímenes, aunque algunas madres de las asesinadas toman con reserva la declaración.
Articulo completo: milenio.com
“No tuve conciencia de lo que hicimos”
Quiero comentarles que lo que hice fue porque me drogaba mucho, y ellos, Édgar y El Cala, me drogaban… Por muchos años no tuve conciencia de lo que hicimos hasta que, como mencioné al principio, en 2003, estando en prisión, fue cuando se me vino a la memoria todo lo que les he contado.
“Antes de este año no recordaba nada. Además me empecé a dar cuenta cuando vi en varios canales de televisión sobre las muertas de Juárez, a la del Cristo Negro. Entonces estaba yo en Nuevo México. Vi en la televisión un helicóptero sobrevolando el Cristo Negro. Luego vi a mi tía quitando con el pie unas piedras de la cara de una muchacha muerta.
Articulo completo: milenio.com
“Luego de las cheves la iban a tirar”
Fuimos a la cantina que se llama La Espuma, ubicada por la Zaragoza, yendo por el valle. Entramos a la cantina, nos tomamos una cerveza y nos salimos. Agarramos rumbo a la colonia Satélite; yo iba enfrente, del lado del copiloto.
“El Pancho a Édgar: ‘Dale para allá, para ver qué se mira’. Entraron a Satélite, a una cuadra del panteón Jardines Eternos, ahí entró Édgar con el carro y se orilló, así para el camellón estaba una chavala parada en la esquina, como de 23 o 24 años, blanca, no muy güera.
El gobierno pide perdón y abre un memorial por los feminicidios en Juarez.

“Clavado en agua fría”

Morfín Otero, quien de octubre de 2003 al mismo mes de 2006 se desempeñó como comisionada del gobierno federal para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, y el pasado 31 de enero tomó posesión como titular de la Fevintra, aseguró que aceptar el nuevo cargo “fue como echarse un clavado en agua fría”.
A la pregunta de por qué aceptó, si todas las fiscalías especiales que han existido terminan cuestionadas y con nulos o muy pocos resultados, afirmó: “el compromiso con las víctimas, que es lo que me ha motivado para generar sinergia con otras agencias, oficinas y dependencias, a fin de poder acordar esquemas que bajo un sentido de trabajo en equipo nos permitan proteger mejor a las mujeres y entrar en ese tema tan difícil y complejo que es el de la trata de personas, que no sólo las afecta a ellas y a los niños”.
Sin embargo, reconoció que combatir la violencia contra el sector femenino “constituye un enorme reto, ya que en las estadísticas no todas las entidades marcan diferencias entre los homicidios contra mujeres y hombres, y tampoco se señala el doloso y el culposo. Por ello, es importante impulsar la perspectiva de género en estos asuntos, a fin de generar políticas públicas específicas”.
–¿Qué espera lograr como fiscal?
–Mantener un esfuerzo colectivo con autoridades y organizaciones sociales, para que prevalezcan los derechos fundamentales, que haya confianza de las mujeres y que las instituciones que deben garantizar su acceso a la justicia lo hagan.
“Esto significa que debemos trabajar intensamente con las procuradurías, fortalecer el área de la coordinación de Ministerios Públicos, para que la sociedad civil tenga resultados y consignaciones. Allí hay un reto muy importante”.
Morfín Otero afirmó que va a impulsar nuevas investigaciones en torno a los feminicidios en Ciudad Juárez, y que tratará de dar certeza a la parte jurídica, pero sobre todo a las familias de las víctimas, junto con la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua. Sin embargo, dijo que en este momento no puede dar a conocer cuáles serían las líneas de intervención que tendrá la fiscalía en ese asunto.
Pero mencionó que en alrededor de la cuarta parte de los 400 homicidios de mujeres reconocidos oficialmente, es decir, en más de 100 casos, se deben agotar las hipótesis que señalan la existencia de asesinos seriales y la comisión de esos delitos como parte de ritos de iniciación, entre otras.
En ese contexto, refirió que durante su labor como comisionada del gobierno federal en aquella ciudad fronteriza conoció también hipótesis de por qué hay diferencias entre estadísticas oficiales en torno al número de feminicidios y otras que elaboraron académicos y organizaciones no gubernamentales. Entre ellas, mencionó los casos de algunas consumidoras de droga que “aparecían muertas como si se hubieran aplicado una dosis letal, pero en realidad podría tratarse de homicidios encubiertos por parte de deallers o distribuidores”.





Feminicidio 

El feminicidio o femicidio, como también se lo denomina, es un término relativamente nuevo, que surgió de la traducción del concepto inglés femicide, el cual refiere al homicidio evitable de mujeres por cuestiones vinculadas estrictamente al género. Mientras tanto, el concepto feminicidio propone incluir no solamente aquellos casos que tienen que ver con la violencia física que normalmente sufren las mujeres por parte de sus maridos y parejas, sino también todas aquellas otras cuestiones que atentan contra la moral y la salud de las mujeres y que no tienen nada que ver con la mencionada violencia física, como por ejemplo puede ser la falta o la deficiente asistencia médica para atender problemas sanitarios típicamente femeninos y que por tanto derivan en el aumento de la mortalidad de las mujeres. El origen inglés del término se atribuye a las autoras Diana Russell, Mary Warren y Jill Radford, especializadas en justamente defender los derechos de las mujeres y más tarde, la política de corte feminista, Marcela Lagarde , castellanizaría el vocablo femicide por feminicidio. Además de por las dos causas mencionadas líneas arriba: violencia física infligida por el sexo opuesto y la ausencia de una adecuada atención sanitaria, en el mundo muchas mujeres mueren como consecuencias de: aborto de los fetos de niñas promovido por una selección deliberada que se ejerce en algunas culturas, infanticidios en los países que prefieren a los varones, falta de comida, asesinatos de honor, tráfico de mujeres para ser empleadas a instancias de la prostitución y el comercio de drogas, entre los más recurrentes.

lunes, 16 de marzo de 2015


  Feminicidio Juárez 


Los feminicidios en Ciudad Juárez y las muertas de Juárez son dos expresiones que hacen referencia a la suma de feminicidios y asesinatos de mujeres que se vienen cometiendo en la ciudad mexicana de Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, al menos desde enero de 1993. El número estimado de mujeres asesinadas hasta el año 2012 asciende a más de 700. Desde entonces, los hallazgos han continuado hasta hoy. La mayoría de las víctimas son mujeres jóvenes de color moreno; un considerable número de ellas, trabajadoras de las maquiladoras que habían inmigrado en busca de mejores condiciones de vida y que vivían expuestas a la inseguridad por los horarios de trabajo y por la falta de transporte nocturno. Muchas fueron raptadas, mantenidas en cautiverio durante días, sometidas a vejámenes, violencia sexual, torturas y mutilaciones. Encontraron la muerte por estrangulamiento o por golpes salvajes. Sus cuerpos fueron escondidos entre escombros, en zonas desérticas o al lado de las vías para hacer creer que el tren las había destrozado. Entre las asesinadas hay no sólo empleadas de las maquiladoras, también amas de casa, estudiantes, trabajadoras de servicio doméstico y prostitutas.

La primera víctima contabilizada fue la niña Alma Chavira Farel, en enero de 1993.En mayo de 1993 fue raptada Gladys Janeth Fierro, de 12 años de edad, quien fue violada y muerta por estrangulamiento. En septiembre de 1995, Silvia Rivera Morales, de 17 años, fue encontrada en Lote Bravo, al sur del aeropuerto, habiendo sido violada, estrangulada, y además torturada brutalmente. Este último modus operandi se repitió el mismo año en el mismo lugar, uno de los barrios favorecidos de Ciudad Juárez. En 1996, seis cuerpos fueron encontrados en la zona desértica Lomas de Poleo, acuchilladas, mutiladas y violadas. Sagrario González, también de 17 años, obrera de una maquiladora, desapareció al salir del trabajo en abril de 1998. Días después fue encontrada muerta en un terreno baldío, habiendo sido violada, estrangulada y acuchillada. La espalda de algunas de estas víctimas tenían símbolos de triángulos realizados por armas corto punzante símbolo de la ultraderecha.

Algunos cuerpos nunca fueron reclamados. Pero los familiares de muchas de las víctimas sí las buscaron. Y al emprender esta tarea se toparon con la desidia y la burla de las autoridades locales. Un primer problema: en Chihuahua la desaparición forzosa no es un delito grave que debe perseguirse de oficio. Por esto, nunca se investigó a tiempo. A los familiares se les daban respuestas insultantes: “Ya aparecerá con su cholo y sus cholitos”, “Ella se lo buscó”, “Eso no hubiera pasado si hubiera traído una falda más larga”. La madre de una asesinada se quejaba amargamente de que “el matón” no se presentaba a declarar porque lo protegían parientes de Seguridad Pública y de la Judicial. Quienes demandaban que se investigara en las casas de seguridad de los narcos eran amenazados y todos los que pedían justicia eran hostigados. Se fue haciendo así evidente la complicidad de policías municipales, estatales y federales. Los familiares se quejaban de que se les maltrataba e ignoraba porque ellos y las asesinadas no eran ricos. Las víctimas y sus deudos no tenían acceso a la justicia y la desconfianza en las autoridades fue en aumento.

Las personas han insistido en que un solo caso debía haber bastado para que las autoridades hubieran realizado una investigación bien hecha y creíble, con más razón cuando los casos se multiplicaban, sin respuesta de las autoridades. Estas agrupaciones fueron aportando líneas de investigación sustentadas, incluso con nombres y teléfonos. Las autoridades desdeñaban sus datos, mientras las agraviadas exigían inútilmente que imperara el Estado de derecho.
Para buscar solución a este abominable problema la sociedad civil organizada detectó graves anomalías en las investigaciones oficiales: errores en las fechas de las denuncias y encuentro de los cadáveres, racismo sexista en el momento del levantamiento de la denuncia, importantes fallas en los expedientes, rezagos en la identificación, localización y búsqueda de las víctimas... La actividad cívica evidenció el deterioro de las corporaciones policiales. Las primeras reacciones de las autoridades locales trataron de minimizar los hechos alegando que todo se estaba exagerando y que se trataba de hechos aislados. Después, el gobierno del Estado de Chihuahua aseguró que todos los culpables se encontraban ya presos. Cuando esto fue desmentido, porque no se había hecho un esclarecimiento fundado de todas las denuncias, el gobierno local, irresponsablemente, se declaró “superado”. La presión de la sociedad civil prosiguió y la Procuraduría General de la República (PGR), junto con la Procuraduría estatal integraron una Fiscalía mixta, señalada como ineficaz y simuladora. Tanto los gobernantes panistas como los priístas, estatales y municipales, han sido incapaces para dar respuestas válidas, profundizando así la impunidad.



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Opiniones Personales



Lo que sucede es realmente algo que nos duele a todos, pero aun así viendo la tempestad por la que pasan miles de personas no se puede encontrar una ayuda concreta. El gobierno mexicano no puede hacer nada para detener esta tragedia, hay organizaciones no gubernamentales que brindan apoyo a las madres y familiares de las víctimas. Es una pena como existiendo tanta tecnología en el mundo los asesinatos de estas mujeres pasen a ser solo una estadística. Es por esta razón que debemos preguntarnos si es ineficiencia de las autoridades mexicanas lo que está sucediendo o si es que existe algo que les impide tomar acción. Es realmente una lástima que le proyectemos al mundo que la vida de una mujer tenga tan poco valor para algunas sociedades. Licencia de Creative Commons
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