miércoles, 6 de mayo de 2015

“Clavado en agua fría”

Morfín Otero, quien de octubre de 2003 al mismo mes de 2006 se desempeñó como comisionada del gobierno federal para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, y el pasado 31 de enero tomó posesión como titular de la Fevintra, aseguró que aceptar el nuevo cargo “fue como echarse un clavado en agua fría”.
A la pregunta de por qué aceptó, si todas las fiscalías especiales que han existido terminan cuestionadas y con nulos o muy pocos resultados, afirmó: “el compromiso con las víctimas, que es lo que me ha motivado para generar sinergia con otras agencias, oficinas y dependencias, a fin de poder acordar esquemas que bajo un sentido de trabajo en equipo nos permitan proteger mejor a las mujeres y entrar en ese tema tan difícil y complejo que es el de la trata de personas, que no sólo las afecta a ellas y a los niños”.
Sin embargo, reconoció que combatir la violencia contra el sector femenino “constituye un enorme reto, ya que en las estadísticas no todas las entidades marcan diferencias entre los homicidios contra mujeres y hombres, y tampoco se señala el doloso y el culposo. Por ello, es importante impulsar la perspectiva de género en estos asuntos, a fin de generar políticas públicas específicas”.
–¿Qué espera lograr como fiscal?
–Mantener un esfuerzo colectivo con autoridades y organizaciones sociales, para que prevalezcan los derechos fundamentales, que haya confianza de las mujeres y que las instituciones que deben garantizar su acceso a la justicia lo hagan.
“Esto significa que debemos trabajar intensamente con las procuradurías, fortalecer el área de la coordinación de Ministerios Públicos, para que la sociedad civil tenga resultados y consignaciones. Allí hay un reto muy importante”.
Morfín Otero afirmó que va a impulsar nuevas investigaciones en torno a los feminicidios en Ciudad Juárez, y que tratará de dar certeza a la parte jurídica, pero sobre todo a las familias de las víctimas, junto con la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua. Sin embargo, dijo que en este momento no puede dar a conocer cuáles serían las líneas de intervención que tendrá la fiscalía en ese asunto.
Pero mencionó que en alrededor de la cuarta parte de los 400 homicidios de mujeres reconocidos oficialmente, es decir, en más de 100 casos, se deben agotar las hipótesis que señalan la existencia de asesinos seriales y la comisión de esos delitos como parte de ritos de iniciación, entre otras.
En ese contexto, refirió que durante su labor como comisionada del gobierno federal en aquella ciudad fronteriza conoció también hipótesis de por qué hay diferencias entre estadísticas oficiales en torno al número de feminicidios y otras que elaboraron académicos y organizaciones no gubernamentales. Entre ellas, mencionó los casos de algunas consumidoras de droga que “aparecían muertas como si se hubieran aplicado una dosis letal, pero en realidad podría tratarse de homicidios encubiertos por parte de deallers o distribuidores”.





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