“Clavado en agua fría”
Morfín Otero, quien de octubre de
2003 al mismo mes de 2006 se desempeñó como comisionada del gobierno federal
para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, y
el pasado 31 de enero tomó posesión como titular de la Fevintra, aseguró que
aceptar el nuevo cargo “fue como echarse un clavado en agua fría”.
A la pregunta de por qué aceptó,
si todas las fiscalías especiales que han existido terminan cuestionadas y con
nulos o muy pocos resultados, afirmó: “el compromiso con las víctimas, que es
lo que me ha motivado para generar sinergia con otras agencias, oficinas y
dependencias, a fin de poder acordar esquemas que bajo un sentido de trabajo en
equipo nos permitan proteger mejor a las mujeres y entrar en ese tema tan
difícil y complejo que es el de la trata
de personas, que no sólo las afecta a ellas y a los niños”.
Sin embargo, reconoció que
combatir la violencia contra el sector femenino “constituye un enorme reto, ya
que en las estadísticas no todas las entidades marcan diferencias entre los
homicidios contra mujeres y hombres, y tampoco se señala el doloso y el
culposo. Por ello, es importante impulsar la perspectiva de género en estos
asuntos, a fin de generar políticas públicas específicas”.
–¿Qué espera lograr como fiscal?
–Mantener un esfuerzo colectivo
con autoridades y organizaciones sociales, para que prevalezcan los derechos
fundamentales, que haya confianza de las mujeres y que las instituciones que
deben garantizar su acceso a la justicia lo hagan.
“Esto significa que debemos
trabajar intensamente con las procuradurías, fortalecer el área de la
coordinación de Ministerios Públicos, para que la sociedad civil tenga
resultados y consignaciones. Allí hay un reto muy importante”.
Morfín Otero afirmó que va a
impulsar nuevas investigaciones en torno a los feminicidios en Ciudad Juárez, y que tratará de dar
certeza a la parte jurídica, pero sobre todo a las familias de las víctimas,
junto con la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua. Sin embargo, dijo
que en este momento no puede dar a conocer cuáles serían las líneas de
intervención que tendrá la fiscalía en ese asunto.
Pero mencionó que en alrededor de
la cuarta parte de los 400 homicidios de mujeres reconocidos oficialmente, es
decir, en más de 100 casos, se deben agotar las hipótesis que señalan la
existencia de asesinos seriales y la comisión de esos delitos como parte de
ritos de iniciación, entre otras.
En ese contexto, refirió que
durante su labor como comisionada del gobierno federal en aquella ciudad
fronteriza conoció también hipótesis de por qué hay diferencias entre
estadísticas oficiales en torno al número de feminicidios y otras que elaboraron académicos y
organizaciones no gubernamentales. Entre ellas, mencionó los casos de algunas
consumidoras de droga que “aparecían muertas como si se hubieran aplicado una
dosis letal, pero en realidad podría tratarse de homicidios encubiertos por
parte de deallers o distribuidores”.
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